Hace 2 meses que te fuiste mi gran amigo
y aún sigo lamentando tu partida.
Dejaste un gran vacío en este hogar,
donde todos te amábamos tanto.
Se te extraña mucho, ya que eras un
miembro mas de la familia.
No sabes cuanta falta me haces cada vez
que llego a casa y no te encuentro, recuerdo como
ladrabas y movías la cola de felicidad al
verme llegar. Aún cuando me sentía cansado, jugaba
contigo y éramos felices los dos.
Fuiste un gran consuelo cuando perdí algo importante
en mi vida, porque con solo escucharme y estar a mis
pies alzando tus orejitas cada vez que decía tu nombre,
con tus ojos me consolabas en esos momentos
tristes de mi vida.
Sé que ya estás descansando, ya te lo merecías
pues estabas muy viejito mi perrito consentido.
Solo que todavía yo no estaba listo para dejarte ir.
Cada día que pasa me acuerdo de ti y te extraño
como al amigo que fuiste, al cachorro que en mi
mente quedó grabado.
Recuerdo que la época de navidad y las fiestas patrias, eran fatales para ti, pues tenías terror a los juegos pirotécnicos y toda clase de ruidos fuertes.
Fuiste un perro muy fiel, siempre echado junto a la puerta, esperando que tus amos llegaran, no importando la hora que fuera.
Te ganaste el cariño de toda la familia y diste
mucha alegría a nuestra vida.
Te quiero mucho Rocky... aunque ya no estés aquí.