Vichito

sábado, octubre 06, 2007

RECORDANDO TUS PROMESAS ROTAS



Lo misterioso de la mujer es que cuando ama a un hombre entrega todo lo que tiene, alma, corazón y cuerpo.

Da todo el amor que tienen sin importar nada y recibiendo muchas veces la mitad del amor que dá. Son apasionadas cuando están con el hombre que quieren, son fieras cuando defienden el amor que le tienen, son desinhibidas cuando se entregan realmente por amor.

Ve en el hombre amado todas las virtudes y cualidades que ella desea, ve al hombre que la protege, que admira por ser inteligente, que desea por el solo hecho de estar con ella, que promete que nunca abandonará y mucho menos dejará de amar.

El corazón de una mujer es el misterio más grande para el mismísimo hombre que trata de entender los actos desmesurados de una mujer enamorada.

He aquí mi secreto: no se ve bien más que con el corazón. Yo he amado a la mujer más hermosa del mundo y supe que mis ojos no servían para ver lo más profundo del amor que sentía por esa mujer, solo el corazón me hizo comprender, darme cuenta que era la mujer más especial que la vida me pudo dar, el ángel que pocos hombres en el mundo pueden ver, oír, tocar y oler, que con solo el roce de su piel suave me hacia estremecer, que sus labios me transportaban a un mundo maravilloso donde nos amábamos uno al otro.

Pero lo mas intrigante de todo, el misterio que nunca pude resolver con mi mente, ni con mi ojos y mucho menos con mi corazón, el cambio tan radical de los sentimientos de esa misma mujer.

Esa mujer que un día me dijo que me amaba, que prometió siempre estár conmigo, que nunca me dejaría... con solo estár lejos de mí por un tiempo, cambió su amor por odio.

Dejó que palabras necias envenenaran su mente, dejó que difamaciones sembraran desconfianza, que a pesar de que durante el tiempo que estuvo lejos, la respeté como la mujer que amé, amo y amaré.

Desconfió no solo de mí, sino también del amor que siento por ella, donde todas mis virtudes se convirtieron en fallas, donde creyó todo lo que hacía era con el solo propósito de hacerle daño, donde todas las palabras de amor que salían de mi boca llegaban a sus oídos transformados en palabras de odio y desamor.

No sabes, que tú fuiste la que más daño causó, cuando nunca más creíste en mí, cuando por solo hacerle caso a hombres malignos dejaste ir a tu alma gemela, donde yo creía que tu cuidabas de mí, donde confiaba en tí de protegernos de las personas que nos querían hacer daño.

Dejaste que mis enemigos, los cuales nunca conocí por que nunca me dijiste quienes eran, me atacaran por la espalda con tu consentimiento.

Pero si de algo debes estar segura, es que el día del juicio de Dios, sabrás realmente quien es el que te mintió, quien fue el que te hizo el daño del que me culpas a mí y a quien es al que debes odiar por haberte hecho separarme de ti.

Te extraño es cierto, te amo todavía, si también es cierto, pero lo que también es cierto es que ya no confío en ti, ya no podría nunca mas estar a tu lado, no por que no te ame como tu lo crees ahora, sino por que precisamente la que no me amó lo suficiente como para confiar en mi fuiste tú, fue mas grande tu desconfianza, tus celos, tu odio, que nunca te diste cuenta de que realmente fuiste, eres y serás la mujer que amo y que en un tiempo estuve dispuesto a darle mi vida entera.

1 Comentarios:

  • A la/s 6:18 p.m., Anonymous Anónimo dijo...

    Si dejó que palabras retorcidas envenenarán su mente, si creyó más en las necedades inventadas de otros que en tu amor...créeme, no te quería lo bastante.

     

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